La alimentación es uno de los pilares fundamentales para mantener la salud de muchos de los sistemas de nuestro cuerpo. Dentro de estos encontramos el sistema endocannabinoide (SEC), el cual es el responsable de mantener el equilibrio en nuestro organismo. Pero, ¿de qué forma influye la alimentación en el sistema endocannabinoide? ¿Podemos ayudar al SEC a funcionar de manera óptima a través de esta?
A continuación, veremos cómo interactúan y se influyen mutuamente. Para ello, es importante conocer y entender bien qué es el SEC y cómo funciona.
El sistema endocannabinoide (SEC)
Este sistema es el director de los sistemas fisiológicos del cuerpo humano. También es el encargado de regular funciones como la temperatura corporal, el apetito, la percepción del dolor, el control de excitabilidad neuronal, las tareas de aprendizaje, emociones, procesos cognitivos, área de memoria, percepción sensorial, actividad motora, sueño, estado de ánimo, adiadococinesia (movimientos precisos), sistema reproductivo, actividad sexual o libido, gestión del estrés, regulación metabólica, endocrina, modula el crecimiento, la diferenciación, y la supervivencia celular. En definitiva, es el encargado de mantener estas funciones equilibradas, en otras palabras, contribuye al equilibrio homeostático de nuestro organismo.
El SEC funciona cuando se necesita, es decir, en respuesta a lo que le estamos solicitando. Trabaja de tal manera que cuando una célula envía señales de dolor, inflamación o estrés, la célula receptora de esta señal, crea un endocannabinoide que posteriormente envía para apagarlo y de este modo restaura el equilibrio y la armonía. Por lo tanto, un sistema endocannabinoide que funcione perfectamente nos mantiene sanos. Pero la realidad es que estamos constantemente expuestos a entornos tóxicos, alimentos pobres y estrés tanto físico como emocional. Esta situación hace que nuestro SEC esté abrumado y sobrecargado con señales constantes de estrés, dolor e inflamación. Por lo que es muy difícil para este producir correctamente todos los endocannabinoides que el cuerpo necesita, de ahí que surjan muchos de los trastornos de la salud.
Endocannabinología
La endocannabinología es el estudio de la función y disfunción del sistema endocannabinoide, de todas las formas en las que puede regularse y modificarse. Hasta donde sabemos la cannabis es la herramienta más versátil que modula este sistema. La anandamida fue el primer endocannabinoide que se descubrió y el tetrahidrocannabinol (THC) lo imita. De igual manera, el CBD tiene una interacción especial con la anandamida ya que bloquea la descomposición de esta. Por lo que si una persona tiene problemas para desarrollar anandamida tiene sentido utilizar THC para ayudar a restaurar ese endocannabinoide y CBD para evitar la descomposición de éste y así mantener los niveles de anandamida más altos.
Lo mismo sucede en la medicina convencional: si una persona tiene deficiencia de vitamina C se le recomienda vitamina C exógena, es decir, en forma de pastillas. Por ello usar cannabinoides para complementar no es diferente a como se procede en la medicina convencional. Por el contrario, estas deficiencias se pueden trabajar desde la alimentación. Al igual que si tenemos falta de vitamina C enriquecemos nuestra dieta con alimentos que contengan esta vitamina. En síntesis, también podemos “suplementar” la falta de endocannabinoides a través de la alimentación.
Alimentación
Según lo expuesto, entendemos que la nutrición es lo primero, teniendo en cuenta que es la base para aportar a nuestro cuerpo todos los nutrientes que este necesita. En segundo lugar, encontramos las terapias con fitocannabinoides que ayudan a acelerar el proceso de recuperación y regulación.
Gracias a la endocannabinoligía sabemos que el consumo de ácidos grasos esenciales son necesarios para ayudar al SEC a crear cannabinoides y funcionar de manera óptima. Recientes investigaciones señalan que las grasas saludables son el combustible preferido de nuestras células. Y de estas grasas salen los omegas que el cuerpo necesita para la creación de anandamida, 2AG y otros cannabinoides. Pero esto no es todo, ya que si aportamos a nuestra dieta alimentos naturales y eliminamos los alimentos procesados que son muy difíciles de digerir, entonces estaremos ayudando a que nuestro SEC funcione lo mejor posible. Puesto que no lo sobrecargamos con alimentos que lo inflaman y lo abruman con exceso de trabajo.
Cáñamo para la alimentación
Debemos señalar que las semillas de cáñamo y sus derivados son una fuente de proteínas, vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales. Por lo tanto son indispensables para nuestra salud. Lo curioso de las propiedades nutricionales de esta semilla y sus derivados es que contiene altas cantidades de omega-6 / omega-3. Además, lo más inusual es que estos se encuentran en una proporción 3:1 que es la relación de ácidos grasos esenciales recomendada para la ingesta humana. Por esa razón, una dieta en la que aportemos de 6 a 9 cucharadas de grasas saludables de calidad todos los días, acompañada de alimentos naturales, ayudará a nuestro SEC y por ende a nuestra salud en general.
En conclusión, gracias a todas las cualidades que el cáñamo nos ofrece, se convierte en la herramienta perfecta, que nos ayuda de diversas maneras a restaurar nuestro equilibrio para mantener la salud del cuerpo y de la mente.
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Referencias:
La Dieta y el Sistema Endocannabinoide
Endocannabinology with Dr. Rachel Knox
Cannabimimetic phytochemicals in the diet - an evolutionary link to food selection and metabolic stress adaptation?
Sistema Endocannabinoide (SEC) y fitocannabinoides
Patentan el aceite de cáñamo para prevenir y tratar la fibromialgia
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